La guarida del autor

José Miguel Gándara C. Poeta y redactor

  • Prueba

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  • ¿Es Bukowski censurable?

    Por José Miguel Gándara Carretero

    «Una vez que una mujer te da la espalda, olvídala: te aman y de repente algo se da la vuelta. Te pueden ver muriéndote en una cuneta, atropellado por un coche y pasarán a tu lado escupiéndote»

    Charles Bukowski

    Desde hace algún tiempo, se me antoja insoportable cualquier censura, sea de la tipología que sea y venga de quien venga. En el pasado, la censura erra aplicada, invariablemente, por el sesgo totalitario del fascismo y la extrema derecha, allá donde uno se encontrase, pero en llegando a los albores del siglo XXI, la censura arbitraria y justificada bajo un halo de buenismo paternal, es puesta en práctica por las llamadas izquierdas en aras de la corrección política.

    Estos versos de Bukowski, a día de hoy serían ampliamente censurados, maniatados, declarados anatema por misóginos y despectivos hacia una parte del género humano. Pero, lo que no saben los censores y los torquemadianos de lo políticamente correcto es que ningún poeta, jamás un artista que se precie de serlo, puede ni debe postrarse ante el efímero muro de los pensamientos dominantes o de lo que unos y otros estimen ofensivo.

    El arte es libre en su esencia, el poeta nunca declarará en contra de su propia esencia, de su íntimo convenciento y, aunque pueda llegar a equivocarse, sus versos son siempre palabra homérica, es decir, palabra de Dios.

    Sí, hoy es una tarde lluviosa, al menos, en esa mitad del mundo habitada por los Teodotos, reminiscencias de aquel que engañara a Pompeyo para luego servir su cabeza en bandeja.

    Proliferan een nuestro mundo los Teodotos, los bienintencionados, los infiltrados, los que trabajan, supuestamente, para el bien colectivo, pero que para ello aplican la coerción, persiguen, señalan, acusan, arremeten, privan, atemorizan, anatemizan, etiquetan e impiden, por todos los medios la libre expresión. ¡Qué paradoja!.

    Anoche soñé que Charles Bukowski, Federico García Lorca y Gabrielle D’Annunzio se reencontraban, se hermanaban y prorrumpían furiosamente contra los sectarios y los censores de la derecha del orbe y también, como no, de su izquierda. Ambos padecen esa inmanete enfermedad del dogmatismo y los poetas, los creadores, los de la más baja y más alta estopa, odiamos a muerte el dogmatismo filisteo.

    Dejadnos libres, amadnos libres, o no seremos.

    No, Bukowski no será jamás censurable. Ya lo decía el poeta alejandrino Constantino Cavafis :

    Sin embargo, las dos nobles bestias, por la perpetua contingencia de la muerte, su llanto derramaban. 

    De eesta manera, como en un arrebato profético, Cavafis declaraba lo que les esperaría a las bestias censoras.

  • Salir de las tinieblas

    Carl Theodore Dreyer es un cineasta, pero también un hombre, un ente, un aparecido meteórico….

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    Esta fotografía demuestra

  • Lllllll

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  • Leonor Carrington

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    Una acechanza es mejor que otra

    Viernes

    ¿Quién era Leonora Carrington?

  • Despoblado

    El sufrimiento y el duelo son únicos en cada ser humano

    Km Gándara

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  • Yuuuyyuuuu

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  • Fabulam doloris

    Por José Miguel Gándara C

    «A los hombres se les mide por la cantidad de verdad que son capaces de soportar» . Friedrich Nietzsche

    Ecce homo de la modernidad

    Delegado sindical:

    He visto que no has ido a votar en las elecciones sindicales de hoy.¿ Imagino que tendrás una razón de peso?

    Mi respuesta:

    Creo que a esa pregunta deberías de contestarte tu mismo. Yo pensaba que las burocracias teníais respuestas para todo, pero compruebo que no.


    Algo se ha roto dentro de mi cabeza, tanto dolor, tanto acoso y derribo me han afectado seriamente, nada es inocuo en esta vida. Por eso hace tiempo que me he declarado en rebelión contra toda la estructura, la sindical, la burocrática, la familiar, la social, la supuestamente espiritual, todo es un inmenso paripé de mierda y sólo deseo que me dejen en paz, refugiarme en la literatura y no participar más de vuestra mentira. Además, la organización X no tiene voluntad alguna de resolver el grave problema que nos Afecta en K, donde varias personas han acabado con su vida y otros muchos perdieron la salud. Ninguna administración nos ayuda y miran cobardemente para otro lado. ¿Qué hay detrás de todo este entramado?, es posible que para esta pregunta si tenga la respuesta, pero estoy seguro de que no deseas saber la verdad, no la soportarías, ni tu, ni nadie de los que me rodean, a los que considero cobardes irredentos y a los que cada día, en el silencio, desprecio más.

    Estoy cansado de que tratéis la verdad y la mentira en un sentido extramoral. Vuestra farsa debe acabar, está terminando, resulta tan senil como ridícula.

    Y recuerda esto, ¿Es el hombre un error de Dios o Dios un error del hombre?

    Fin de la comunicación

  • La decadencia de occidente

    Por José Miguel Gándara C.

    Como me gusta este pensador, aún reconociendo que se trataba de un hombre de talante conservador, supo ver tan diáfanamente lo que se nos venía encima. De cómo una decadencia cultural lleva aparejada, inexorablemente, una decadencia moral, política, económica, relacional, afectiva, ética……

    Cuando camino por las calles de cualquiera de nuestras ciudades y me tropiezo con esto, confieso que siento la pulsión incontenible de llorar ante la mayor crisis de sentido y de humanidad, la que padecemos, desde la Segunda Guerra Mundial. ¿Dónde está el humanismo que nos prometieron los ilustrados, dónde sus lógicas consecuencias?

    Estamos viviéndolo justamente los hombres de hoy, sin haberlo comprendido, ni siquiera de lejos, en todo su alcance. En lugar de un mundo tenemos una ciudad, un punto, en donde se compendia la vida de extensos países, que mientras tanto se marchitan. En lugar de un pueblo lleno de formas, creciendo con la tierra misma, tenemos un nuevo nómada, un parásito, el habitante de la gran urbe, hombre puramente a tenido a los hechos, hombre sin tradición, que se presenta en masas informes y fluctuantes; hombre sin religión, inteligente, improductivo, imbuido de una profunda aversión a la vida. 

    LA DECADENCIA DE OCCIDENTE. OSWALD SPENGLER

    Y yo, si me permiten, añadiría, que imbuido también de una disimulada aversión a los demás y por sí mismos. Es como si hubiéramos alcanzado el límite más allá del cual la vida resulta insoportable, las presencias incómodas. 

    Hace unos días, una amiga del sur de Italia, habitante de una región de cuyo nombre no deseo acordarme; después de año y medio sin tener conocimiento ni comunicación alguna con ella (Sin raison d’ėtre conocida) , me advirtió de su visita a España, por si albergaba ilusión de verla y así poder saludarla. Pero mucho me temo que esperó sentada con un rictus de extrañeza en su corta estancia en mi ciudad, ya que el esperado encuentro no llegó a darse, pues un servidor yacía lloroso, cansado y exhausto en en esa improvisada mesa de trabajo  en la que suelo escribir a altas horas de la madrugada. Un síntoma más de la decadencia social, cultural y humanística en la que languidecemos pomposamente. Las personas somos peones distribuidos en el tablero de la arbitrariedad ajena, y así una y otra vez. ¿Cómo quieren que no sea discípulo de Spengler? ¿Que no me agarre a él como a un hierro candente? Un peón de ajedrez es una pieza inerte, in animada, pero yo siento, amo, padezco, añoro, ¡¡¡maldita sea estoy vivo!!!

    ¿De qué modo puede sucumbir una cultura que no sea por su propia detención?

    ¿Acaso seré un hombre de otro tiempo?

  • La tumba de Cioran

    Como me gusta esta fotografía, en la que se ve al escritor Roberto Saviano junto a la tumba de Cioran.

  • ¿Existe Dios? Hans Küng. Fragmentos comentados

    Por José Miguel Gándara C

    «Respecto al argumento ontológico: Concluir de la idea del ser perfectísimo su existencia es un procedimiento que hoy apenas puede convencer a nadie. Continuamente se le ha objetado, especialmente a partir de Kant, que del concepto de Dios sólo se puede concluir la posibilidad, pero no su realidad«.

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